No te buscaba, no te soñaba, no te pensaba,… pero apareciste, sonriendo, distraído y hablando inglés, no te entendía, te escuchaba y te miraba. Me gustaste sin tú saberlo, me obsesionaste al alejarte y me enamoraste al besarme.
No fui a aquel lugar con la idea de encontrarte, tenía ganas de pensar, reflexionar, olvidar, olvidar malos tiempos, buenos, mejores, peores,… buscaba entender de una vez por todas que no estaba sola, que tenía amigos y el apoyo de Dios. Pero apareciste tú, tal vez, fue cosa del azar o algo del destino, lo que si se es que tu sonrisa y tus ojos me enloquecieron, eres guapo, atractivo, especial,…
Me miraste a los ojos y ese fue el primer contacto, luego nos reímos por algo que ninguno entendía, pero siendo amor, el idioma apenas importaba. Entonces te alejaste, quizá fue el idioma o las inseguridades, apenas nos conocíamos, pero te alejaste lo suficiente como para sentirte inalcanzable, imposible, ficticio.
Entonces llegó aquella noche, ruidosa, oscura y perfecta, la gente festejaba la despedida y yo añoraba ya tu sonrisa, tus ojos,… el ruido nos acercaba, la oscuridad nos perdía y el corazón nos unía, llegaba la despedida, los dos dudando nos dimos dos besos y tú te decidiste a besarme, fue un ligero y suave beso en los labios, un roce que encendió una llama en mi corazón, eras real, no un sueño imposible, eres real y TE QUIERO.