domingo, 12 de junio de 2011

Nuestra Historia


Nadie me enseñó a soñar, nadie me enseñó a amar... Nadie hasta que llegaste tu, un chico normalito, bastante insoportable y solitario, me acerqué a ti y para ti yo era invisible, hablabas conmigo como si hablases con un profesor, nunca me mirabas más de la cuenta... pero yo insistí y un día me llevaste a soñar... me llevastes al lado del aeropuerto y allí viendo a los aviones despegar me enseñaste a soñar y fue entonces cuando me enamoré de tí. Al principio pensaba que te habías convertido en mi mejor amigo, lo hacíamos todo juntos, ibamos al cine, de fiesta, venías a mi casa a ver peliculas de amor, acción,...
Pero un día... te ví paseando con una chica y las celos se apoderaron de mi corazón, lloré como no había llorado por nadie, me senté en un columpio de al lado de tu casa, donde tantas veces habíamos hecho el tonto, y mirando al suelo arrepintiendome de no haberme dado cuenta antes de lo que sentía por tí. No me había dado cuenta de la preciosa relación que teníamos y ya era demasiado tarde.
Gracias a Dios, no fue así, tu me viste y te acercaste me levantaste, me secaste las lágrimas sin decir una palabra... simplemente me besaste.