domingo, 27 de noviembre de 2011

El primero

Él a veces me confunde, me trastoca todos mis esquemas; sé que es imposible, que no puede ser, que ninguno de los dos lo arriesgará todo, lo sé... Pero cuando nos encontramos y nuestras miradas se cruzan entre la multitud o nuestras pieles se rozan accidentalmente mi corazón se dispara y olvido ser racional, olvido que no puede ser.

Parece que a él le pasa lo mismo porque dejamos que nuestros corazones hablen y por unas horas olvidamos quienes somos y que tenemos que aparentar; la pasión se apodera de nuestros cuerpos, nos besamos una vez mas prometiendo que será la última vez, pero sin embargo, un año después nuestros caminos vuelven a cruzarse y no podemos evitarlo, nuestros labios se encuentran en la oscuridad de una noche estrellada. Sabemos que tenemos muchas cosas que perder, pero siento su cálida mano bajo mi blusa y no puedo parar y tampoco quiero. Su corazón se acelera, mi respiración se entrecorta, caemos sobre mi cama y me doy cuenta de que hacemos mal.

Estamos en mi habitación, una habitación todavía infantil que nos ha visto crecer a los dos, una habitación que conoce todas mis dudas y todos nuestros secretos, pero esto está mal, lo sé, lo sabe, lo sabemos... pero ya no quiero parar. Quiero que él sea el primero, el primero que explore mi cuerpo, el primero que me haga mujer y a pesar de las prohíbiciones quiero que tambien sea el único.